Mejorar la estética de la fachada

pintar la fachada

Pintar la fachada de la vivienda es una mejores formas no solo de renovar la estética exterior del hogar sino también mejorar la eficiencia energética y su aislamiento, solucionar humedades y puentes térmicos, evitar elevados costes de mantenimiento, o revalorizarla si uno está pensando en venderla.

Pintar la fachada de la vivienda

Es preciso tener en cuenta que una fachada exterior necesitará una pintura que soporte todo tipo de inclemencias climatológicas como agua, viento y los rayos UV (principales enemigos de las pinturas de fachada). Haciendo uso de una pintura correcta lograremos mejorar el aspecto de la fachada para que perdure durante años.

Pasos a seguir a la hora de pintar la fachada de una vivienda

Para pintar la fachada de la vivienda primeramente deberá de hacerse un previo chequeo de la fachada, comprobar si tiene agujeros o desconchones; si tiene manchas de moho o humedad, etc. Revisados Una vez revisados los daños y antes de proceder a pintar es precio proteger todo elemento. En el suelo se pondrá plásticos y protección y se taparán los cristales y marcos de puertas y ventanas con cinta de carrocero, al igual que los enchufes y zócalos si los hay.

Una vez esté todo protegido, se comenzará a sanear la fachada. Primeramente se cubrirán los desconchones y agujeros con una masilla de emplastecer especial para exterior y a ser posible elástica, puesto que se ha de tener en cuenta que con los cambios de temperatura entre calor y frío puede hacer que los materiales se dilaten o se contraigan y de este modo uno se asegura que la masilla una vez seca no se rompa evitando que salgan nuevas grietas.

Si la fachada presenta manchas negras de moho, es muy importante aplicar un limpiador de moho especial para exterior, evitando que salga de nuevo.

Con la fachada ya enmasillada y tratada, con una escoba nueva y cepillando toda la fachada, se procederá a la eliminación del polvo y restos viejos de pintura.Si la fachada es alta se hará uso de flexómetros alargados de hasta 9 metros o bien se instalará un andamio.

Con la fachada limpia ya puede comenzarse a pintar. Para ello:

  • Dar una primera mano de pintura diluida con un poco de agua para que las zonas enmasilladas agarren adherencia para las capas posteriores y para facilitar el acabado.
  • Si hay muchos metros que pintar, la mejor y práctica manera de hacerlo es ir trabajando por tramos en pintadas de 3x3 metros. Finalizado el primer tramo pasar al siguiente de al lado, de este modo nos aseguraremos que toda la superficie queda bien cubierta.

A la hora de pintar una fachada es muy importante no intentar pintarlo todo de golpe y con una sola capa. Las pinturas de fachadas aguantan mucho más tiempo si se aplican mediante capas muy finas. Si se aplica una capa muy gruesa de pintura se corre el riesgo de que la parte de pintura que queda expuesta seque muy rápido y la parte interior quede húmeda no llegando a conseguir un agarre total.

Conveniente tener en cuenta el tiempo a la hora de pintar siendo importante que no llueva en los 3 días posteriores al pintado de la fachada y no pintar con mucho frío ni con mucho calor, para que la pintura trabaje en sus condiciones óptimas. La hora ideal del día en los meses de verano es a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde a partir de las 19.00.

Muy importante tener en cuenta la textura de la fachada. Si presenta una rugosidad muy marcada, deberá de utilizarse un rodillo de pelo largo especial para fachadas. Si la rugosidad es muy poca o nula, se hará uso de un rodillo de pelo intermedio.

Una vez se haya pintado toda la fachada es muy importante retirar la cinta de carrocero lo antes posible, puesto que al estar expuesta al sol es importante evitar que se adhiera demasiado y deje desperfectos al arrancarla.

Colores para pintar fachadas de exterior

La pintura es ideal para revitalizar energías y devolver la frescura a las paredes del hogar; no solo a su interior sino también al exterior.La elección y combinación de colores es muy importante de ahí la cromoterapia.

Encontramos colores fríos, colores cálidos, colores neutros y vibrantes; cada color con sus propiedades y cualidades específicas, capaces de transmitir una sensación diferente y única; de ahí la importancia hacer una buena elección.

La paleta de colores a utilizar para pintar la fachada exterior de una vivienda es infinita, pero entre los más utilizados y funcionales destacan: el blanco, el beige, los colores crema, los tonos pastel, los grises, el amarillo, los colores tierra, los anaranjados, el violeta o bordó, los azules, los verdes en todas sus gamas, el amarillo, etc.

Lo ideal es jugar intercalando colores un poco más oscuros con colores claros para crear contrastes intentando incrementar o reducir la sensación de profundidad.

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