Con el paso del tiempo todas las viviendas necesitan una reforma, un cambio, una mejora, actualizar o innovar algo. Si la reforma se hace de manera paulatina es mucho más difícil tener que llegar realizar una reforma integral.
De todas las reformas parciales que pueden hacerse en una vivienda, hay reformas que hogares que se realizan con mayor frecuencia que otras: cambio de bañera por plato de ducha, renovación de ventanas para evitar una mayor pérdida energética, pintura de techos y paredes como forma de renovar el aspecto de la vivienda, rehabilitación de fachadas algo crucial para mejorar es aspecto de la edificación evitando posibles problemas en un futuro, etc.
Reformar la instalación eléctrica de la vivienda en ocasiones puede parecer algo innecesario o embarazoso, pero realmente no es así.
Cuando la instalación eléctrica ya tiene una cierta antigüedad, ésta se va quedando obsoleta no pudiendo enchufar una determinada cantidad de aparatos, por lo que resulta esencial realizar un nuevo diseño de la instalación eléctrica en la vivienda.
Hoy en día las viviendas necesitan un mayor nivel de potencia que antiguamente no tenían.
En la gran mayoría de las ocasiones una reforma en la instalación eléctrica de la vivienda no solo es recomendable para un mejor funcionamiento sino también para obtener una mayor seguridad.
Las instalaciones eléctricas también van a quedar obsoletas en cuanto a la normativa de la instalación eléctrica aprobada.
Cuanto más tiempo tenga el cableado, más desgastado y más problemas puede llegar a provocar, no solamente con respecto al buen funcionamiento; sino que un cable en mal estado puede llegar a provocar cortocircuitos e incendios en la vivienda.
La mayor prioridad de la normativa vigente para instalaciones eléctricas domésticas es garantizar un correcto funcionamiento y una total seguridad.
El Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT) es el que refleja las instrucciones técnicas o ITC.
El REBT establece que, para instalaciones eléctricas domésticas, las distribuciones de corriente alterna deberán ser de 230 V entre fases, para las redes trifásicas de 3 conductores.
Es importante saber con anterioridad al proyecto de la instalación eléctrica cuál va a ser la carga a soportar es decir, la potencia en vatios que se requerirá para abastecer todos los receptores (lámparas, electrodomésticos y demás utensilios eléctricos) dependientes de dicha instalación.
Solo el personal autorizado por la compañía responsable del suministro eléctrico y los profesionales capacitados para ello pueden manipular, instalar o desinstalar acometidas y enlaces a la red pública de distribución eléctrica.
Con respecto a las recomendaciones de la normativa eléctrica:
El mejor momento para realizar un nuevo proyecto de instalación eléctrica de la vivienda, o en el lugar de trabajo, oficina, etc., es en el momento de hacer una reforma.
Si la vivienda a reformar es antigua probablemente el cableado esté a la vista, debiéndose hacer rozar para una nueva instalación, salvo en el caso de que la vivienda o local vaya a tener un determinado estilo y puedan dejarse a la vista.
Lo más aconsejable es solicitar un previo presupuesto a varios profesionales especializados en reformas de la electricidad, con el objetivo de conseguir el mejor precio adaptado a las necesidades.